“El gas natural todavía es una opción más limpia y una energía de transición que puede dar respaldo a los procesos”

“El gas natural todavía es una opción más limpia y una energía de transición que puede dar respaldo a los procesos”

– ¿Cuál es su visión sobre el rol del gas natural en la transición energética?
La transición entre energías de origen fósil a renovables es un camino complejo y a veces parece muy largo. Sin embargo, más allá de la generación de energías más limpias, la transición pasa por la conversión de toda la industria en Chile.

No sólo se requiere del cambio del energético en sí para la producción, sino también su tecnología asociada, la forma de aplicación, gestionarlo y medir su uso. Esto se llama hacer Eficiencia Energética. Dado que esta transformación es enorme -hay industrias que aún funcionan con leña, carbón o petróleo- el gas natural todavía es una opción más limpia y una energía de transición que puede dar respaldo a los procesos, mientras se convierte toda la matriz.

Creemos que si hay suministro y los precios que lo permiten, el gas natural será siempre una opción para salir de la crisis de producción en el sistema eléctrico, y también para dar un paso importante en la reconversión de muchas industrias o consumidores térmicos. Recordemos que el consumo total en Chile es 80% térmico y sólo un 20% eléctrico.

– ¿Cuáles son, en su opinión, los principales desafíos hacia la descarbonización a nivel global y específicamente en Chile?
La carbono neutralidad o disminuir las emisiones depende de la velocidad que pongamos a la hora de reconvertir nuestros procesos y cómo usamos la energía.

Actualmente ocurre que tenemos electricidad más limpia por el ingreso de renovables, pero en el lado de los usos o de la demanda, tanto hogares como empresas, edificios e industrias tienen un rol muy relevante que cumplir. Nunca se ha hablado con claridad de que el consumidor, indistintamente de su tamaño, es la razón de todo el esfuerzo del sector energético y es a quien le cabe el rol de poder cambiar el paradigma.

Hasta hoy, los incentivos han sido puestos en producir más energía y no se ha tomado mayor atención a cómo se usa esta misma, o la que tenemos disponible. Sabemos también que desde que se produce, se traslada, distribuye y llega al punto de consumo hay muchas pérdidas. Recuperar todo ello dependerá de la eficiencia energética que nos permitan hacer a cada uno como consumidor. Y esto no es un cliché: los dueños de casa, los que pagan y consumen la energía, son los que deben buscar asesoría y abrirnos la puerta para buscar las mejores soluciones a su medida a todos los que representamos las soluciones de cara al consumidor.

La propia agencia internacional de Energía, IEA, ha reconocido que la eficiencia energética es responsable de al menos un 40% de carbono neutralidad global.

– ¿Cuáles son, a su juicio, las oportunidades y amenazas que enfrenta nuestro país frente a las ambiciosas metas de descarbonización y a los problemas de contaminación local que enfrentan varias ciudades del país?
La oportunidad es modernizar las empresas, bajar los costos, ser más productivos y por otro lado cumplir con objetivos medio ambientales. Chile tiene serios problemas de salud por la contaminación local en más de una veintena de ciudades. A nivel local la decisión es clara y hay soluciones de financiamiento para encontrar un punto de equilibrio que permita este cambio junto a las ESCOs; esto es una medida de corto y mediano plazo que puede aportar muchísimo a tanto el sistema energético nacional, como al productivo.

Respecto de la descarbonización o cierre de termoeléctricas a carbón, esto dependerá de cuánta eficiencia energética tenemos para reducir la demanda. El sistema eléctrico está colapsado y no hay reservas de agua para bajar el precio tampoco. Esta es una situación límite de nuestro sistema eléctrico nacional, por cuanto se ha visto afectado por el cambio climático, en simultáneo con la crisis sanitaria y bélica que hoy tenemos. La salida a esta estrechez del sistema se resuelve en mediano y largo plazo.

Sumado a lo anterior, el actual escenario y conflicto bélico en Europa sólo agravará la situación energética de países como el nuestro, altamente dependiente de las importaciones de petróleo y gas; por cuanto se hace más necesario que nunca la colaboración de todo el sector para implementar más eficiencia energética de cara a los consumidores y clientes de todos los sectores productivos.

Mónica Gazmuri
Gerente General ANESCO CHILE A.G.