Las personas y comunidades: el centro de nuestra empresa

Las personas y comunidades: el centro de nuestra empresa

Alfonso Ardizzoni, gerente general de Generadora Metropolitana, una empresa AME y EDF

Desde que formamos nuestra empresa, hace tres años, lo hicimos con un propósito claro: contribuir a la transición energética y ser un líder en innovación en el camino hacia una matriz energética sustentable. Todo esto con un sello muy importante: construir relaciones de largo plazo con las personas. Para nosotros, las personas están al centro de todo, tanto nuestros trabajadores como nuestros clientes, proveedores y, especialmente, quienes viven en nuestro entorno.

Generadora Metropolitana está presente en distintos puntos de Chile, con plantas en operación y proyectos en desarrollo desde Antofagasta hasta Cabrero. Como empresa cumplimos un importante rol en la descarbonización, con nuestra generación de energía a través de gas natural, por lejos el combustible fósil más limpio, lo que nos permite contribuir directamente a la descarbonización de la matriz a la vez que proveemos un suministro continuo y confiable, además de respaldar la nueva generación renovable de fuentes variables. De esta manera, somos un eslabón clave en la transición energética, pero nuestro propósito va incluso más allá de eso. Indistintamente, sin importar la fase en que nos encontremos, ya sea en el desarrollo del proyecto, su construcción o su operación, nos preocupamos de generar lazos y ser un aporte positivo en cada una de nuestras áreas de influencia.

Uno de los aportes más significativos y emotivos que hemos implementado fue el proyecto Mural Memorias Renquinas. En un muro de más de 400 metros, que es parte del perímetro de nuestra planta en el corazón de Renca y que está en una de las vías más importantes de la comuna, realizamos la intervención urbana-artística más grande en la historia de la comuna. El objetivo era fomentar el cuidado y dedicación de la comunidad a su entorno y afiatar la relación con la comunidad, creando lazos que aportaran al diálogo, confianza y respeto. Se trabajó con un artista local, además de vecinos, clubes deportivos, la municipalidad y trabajadores de nuestra empresa para rescatar las historias y memorias renquinas, que hasta el momento estaba solo en los cuentos que pasaban de boca en boca dentro de las familias tradicionales del sector. Así, de forma participativa y colaborativa con nuestros vecinos logramos transformar un espacio que no tenía ningún significado, que estaba ahí pero que nadie lo veía, en una especie de museo al aire libre que hoy todos los vecinos valoran y cuidan porque se identifican con él.

Otro de los proyectos más lindos que tenemos es nuestro programa Energía de Mujer. En el último año, donde hemos sufrido la peor pandemia de la historia reciente, las familias se han visto fuertemente golpeadas por la pérdida de fuentes de trabajo de algunos de sus miembros. Buscando ayudar en este sentido, implementamos este programa de colaboración público-privada, junto con la Municipalidad de Renca, orientado a mujeres emprendedoras de la comuna en donde se les ayuda a potenciar sus habilidades y capacidades de emprendimiento y gestión de negocios. De esta forma, hacemos un aporte concreto a las familias que están sufriendo una de las peores caras de la pandemia, ayudándolas a desarrollar sus propias habilidades y capacidades para empoderarlos y permitirles salir adelante dejando el asistencialismo y de una forma sustentable que a la vez los engrandezca como personas y como familias.

Pero a veces la realidad nos exige reaccionar en forma urgente y, si bien no es la forma que preferimos, el asistencialismo en situaciones de emergencia también es parte de este rol social. Lamentablemente, en el último año con la pandemia se ha vuelto más relevante, donde la ayuda que han entregado las empresas ha sido clave, sumándose a la que puede entregar el estado. En nuestro caso, hemos logrado grandes aportes individualmente pero también en coordinación con las municipalidades y, en algunos casos, con otras empresas. Así sumamos esfuerzos que tienen como consecuencia grandes resultados. Ya han sido más de 500 las cajas de abarrotes entregadas a la comunidad, algunas gracias a las donaciones de nuestros propios trabajadores, aportes de comida para ollas comunitarias, kits sanitarios, y cenas familiares, pero, lo más importante, mucho acompañamiento y apoyo día a día de nuestros colaboradores en terreno y también a la distancia, a través de la tecnología. Invitamos a que más empresas se sumen a este tipo de causas.

Hoy las empresas tenemos que cumplir un importante rol social. No basta con solo producir y satisfacer en forma eficiente las necesidades de los clientes. También debemos ser un buen empleador, cuidar el medioambiente y ser un aporte a nuestro entorno y a la sociedad en general. Una forma concreta de hacer esto es contribuyendo también al desarrollo local. Nosotros lo hacemos mediante programas y proyectos que co-construimos en conjunto con fundaciones, instituciones locales y nuestros vecinos.